La recogida de textiles (ropa y complementos) se realiza a partir de los 89 contenedores ubicados en la vía pública y de los puntos de entrega concertados, principalmente parroquias, para que la ciudadanía pueda realizar la entrega de estos residuos:
Las prendas que pueden ser reutilizadas pasan por un proceso de lavado (higienización) y planchado para, posteriormente ser entregadas a personas necesitadas o para venderlas en tiendas gestionadas por ONGs. Los residuos textiles en mal estado se clasifican y sus fibras textiles se utilizan para elaboración de: borra (borradores de pizarra, tela asfáltica, rellenode asientos de automóviles...), nuevas prendas o bobinas de hilo.
Dentro del contenedor y en bolsas bien cerradas (de papel o plástico).
Trapos o textil sucio o manchado de grasa.